Así lo ha puesto de manifiesto el sindicato durante una jornada que se ha celebrado hoy en su sede de Palma con delegados y delegadas de prevención de riesgos laborales, en la que se ha subrayado que el objetivo es conseguir que el regreso al puesto de trabajo “no sea un hecho traumático, sino un beneficio para la salud”. 

UGT ha explicado que entre las medidas de adaptación física y psicosocial están el establecimiento de horarios flexibles, cargas de trabajo adecuadas y el requerimiento de tareas acordes a las nuevas capacidades. 

Ha añadido que la empresa, los representantes de los trabajadores y el servicio de prevención son los que deben articular estas adecuaciones al puesto de trabajo para las personas que, por ejemplo, han sufrido cáncer. 

La organización sindical ha recordado que el V Acuerdo para el Empleo firmado por patronales y sindicatos recoge que los convenios colectivos deberían desarrollar protocolos y guías para la mejora de la gestión de la reincorporación de las personas trabajadoras después de bajas de larga duración. 

En este sentido, UGT ha considerado que las pequeñas y medianas empresas deben ser ayudadas porque “no todas las empresas disponen de los recursos necesarios para realizar las adaptaciones y adecuaciones para reincorporar a la persona a un puesto de trabajo compatible con su salud”. 

El sindicato ha indicado que esta cuestión no solo atañe a empresas y sindicatos, por lo que ha reclamado políticas públicas coordinadas entre la Autoridad Laboral, los Servicios de Prevención, Inspección Médica, la Seguridad Social y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. 

“Creemos que el sistema de protección social precisa de políticas que fomenten el retorno seguro y saludable al trabajo de las personas que han sufrido un largo periodo incapacitante”, ha indicado UGT.