UGT ha informado de que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) aprobó en abril 127.500 expedientes, de los 145.000 recibidos, frente a los 9.200 del año pasado, lo que significa un incremento extraordinario del 1.300 %, en relación a la carga de trabajo ordinaria.

Esto ha sido posible por la dedicación y el esfuerzo del personal, que mediante teletrabajo, un número ingente de horas extraordinarias- incluso en festivos-, un gran ahínco y una gran profesionalidad, ha conseguido que el mayor número posible de personas afectadas por la crisis pueda percibir prestaciones económicas.

Los 175 millones de euros en prestaciones comparados con los 37 millones de las nóminas abonadas en 2019, van a permitir que 177.000 personas, incluidas prestaciones reconocidas antes de abril, y sus familias puedan atender sus necesidades económicas.

UGT va a trabajar para que no se pierdan en el futuro la flexibilidad y la aportación de medios materiales y humanos realizadas por la Administración General del Estado (AGE) con el fin de atender la emergencia social provocada por el Covid.

El sindicato recuerda que la actividad del conjunto de AGE se ha ralentizado pero no paralizado, ya que todos sus entes siguen atendiendo a las necesidades esenciales de la población.

Una parte importante del personal del Estado ha puesto sus ordenadores, líneas de Internet y resto de medios materiales al servicio de toda la ciudadanía, de forma desinteresada y generosa, para que el Servicio Público no pare.

Así, el teletrabajo se ha convertido en una herramienta básica y el personal se ha tenido que adaptar a unas condiciones laborales desconocidas hasta ahora, lo que ha conllevado un gran esfuerzo.

La organización confía en que la ciudadanía conozca y reconozca esta realidad incuestionable, y que en el futuro no atienda a las voces que propugnan el desmantelamiento de lo público.

UGT defiende que los servicios públicos se están demostrando imprescindibles para conseguir una sociedad justa y solidaria. Desea que siempre, lo público, lo común, sea respetado de verdad y protegido como lo más valioso de la vida colectiva que constituye la sociedad.