Se deniegan una de cada cuatro órdenes de protección para las víctimas de violencia de género en Balears
Fecha: 24 Nov 2022
UGT pide a la sociedad que denuncie las violencias de género y que no decaiga el compromiso para combatirlas
Un total de 897 mujeres de Baleares víctimas de la violencia de género solicitaron una orden de protección y seguridad en 2021, pero se denegaron el 25 por ciento, una de cada cuatro peticiones, una cifra “muy alta” para la vicesecretaria general de UGT y secretaria de Políticas Sociales e Igualdad, Xisca Garí.
“Un notable porcentaje de denuncias no acaban con una sanción al denunciado, y no se explican ni justifican por una denuncia falsa, cuyo número es irrelevante”, ha señalado la líder sindical.
Estas son algunas de las valoraciones que ha realizado Garí durante la presentación del informe de UGT con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional de las Eliminación de las Violencias contra la Mujer, que este año lleva por lema ‘La violencia machista tiene muchos nombres. Solo hay que saber identificarlos’.
Garí ha señalado que el sindicato quiere dar importancia a que se conozcan y se nombren todas las diversas caras de violencia de género para que se puedan “combatir” mejor y ha reclamado a las Administraciones más recursos para ayudar y proteger a las víctimas.
Se ha referido a la violencia institucional y ha asegurado que el propio engranaje institucional revictimiza a las mujeres y hace que las mujeres sufran una doble victimización que “añade dolor”, por lo que ha reclamado más formación para el “personal de los juzgados, el cuerpo policial y la abogacía”.
Garí ha pedido a la sociedad que se “venza la ley del silencio” y se denuncie la violencia hacia las mujeres porque a pesar de que Balears tiene la mayor tasa de violencia de género del Estado, con 103 casos por cada 100.000 mujeres, hay muchos maltratos que no se denuncian, el 21,7 por ciento, según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 2019.
Ha hablado también de la violencia hacia las mujeres que sucede en el entorno laboral, donde las denuncias por acoso aún son más bajas por miedo al despido, al juicio del entorno o el sentimiento de culpa.
“Se necesita mayor sensibilización social sobre el acoso sexual o por razón de sexo, sobre todo con los comportamientos más comunes, como los comentarios y chistes sexistas o las insinuaciones”, ha manifestado.
Ha añadido que los protocolos de acoso en las empresas son importantes y deben quedar bien atados en los convenios colectivos, aunque, ha lamentado, no siempre representan una “garantía de protección para las mujeres”.
Garí ha defendido la denominada ley del ‘Solo sí es sí’ por haber colocado el “consentimiento en el centro” y reforzar las garantías frente al acoso sexual y al acoso por razón de género en el ámbito laboral, con medidas como que las empresas deberán realizar acciones de sensibilización y formación para la protección frente a las violencias sexuales o la inclusión de la violencia sexual entre los riesgos laborales.
Sobre las críticas a la nueva ley, Garí ha pedido tiempo para que el Tribunal Supremo unifique criterios y ha defendido a la ministra Irene Montero de los “ataques” de la ultraderecha, cuyo discurso negacionista se “aviva” desde las instituciones, lo que favorece los “retrocesos” en materia de igualdad.