La Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos de UGT ha afirmado este domingo que ha existido una total falta de voluntad de negociación por parte de la Dirección General de Función Pública en la preparación del proceso para la incorporación presencial del personal del Govern balear.

FeSP-UGT ha realizado esta valoración tras la reunión de dos horas de la mesa sectorial mantenida hoy entre la Administración y los sindicatos, y que ha acabado sin acuerdo y con el voto en contra de los representantes sindicales a la propuesta de Función Pública sobre la incorporación de 3.500 funcionarios a sus puestos a partir de mañana, 11 de mayo.

La organización sindical apostaba por planificar y negociar el proceso de deshibernación, y contemplaba continuar con el teletrabajo y el reingreso de manera escalonada del personal de la comunidad autónoma desde el 18 de mayo.

Ha mostrado su incomprensión por tratar con urgencia esta cuestión, a tan solo 24 horas de la incorporación, cuando se pidió hasta en dos ocasiones, el 14 y 22 de abril, el inicio de una negociación.

FeSP-UGT ha votado en contra del planteamiento de Función Pública por considerar que el protocolo de desescalada de la Administración es inasumible por sus generalidades, y porque no aborda ni la situación del personal vulnerable, ni medidas de protección claras en los centros de trabajo, ni recoge opciones de conciliación familiar.

Asimismo, la organización sindical ha echado en falta un protocolo específico para el personal laboral y de empresas públicas, que agrupa a otras 3.500 personas, y para las que la Administración no ha presentado ninguna propuesta en los ámbitos de negociación de estos colectivos.

Ha añadido que la Administración no ha tenido consideración ni con su propio personal ni con sus representantes sindicales, y que ha quedado patente la desvirtuación del concepto de negociación, lo que ha convertido la mesa de servicios generales en una mera conferencia informativa en la que las directrices ya están impuestas de antemano.

Para UGT, existe la incertidumbre de cómo más de 6.000 trabajadores y trabajadoras del GOvern balear se van a incorporar a su puesto.