Si las empresas cumplen la ley, se cerrarán las brechas

Las mujeres de Baleares cobran de media 3.351 euros menos al año que los hombres, un 13, 72% menos, al tener un salario bruto anual medio de 21.085 euros frente a los 24.437 de los hombres, según el informe de UGT ‘Las empresas tienen que cumplir la ley. La igualdad salarial cerraría las brechas’.

El informe lo ha presentado hoy en rueda de prensa la Secretaria de Políticas Sociales e Igualdad de UGT, Xisca Garí, con motivo de la conmemoración el lunes del Día de la Igualdad Salarial, y analiza los últimos datos oficiales disponibles de 2018 que elabora el Instituto Nacional de Estadística.

Garí ha advertido de que la crisis por la pandemia “agravará” la peor situación de las mujeres en el mercado laboral porque siempre que hay crisis “dañan más a las trabajadoras”.

Brecha salarial de Balears en el conjunto del Estado

La brecha salarial en Balears es la más baja del Estado, y está por delante de la de Canarias, situada en el 14,7%. Las desigualdades salariales de ambos archipiélagos están muy alejadas de la media estatal, que es del 21,42%.

Garí ha atribuido las bajas brechas salariales de Balears y Canarias a que los sueldos de los hombres de estas comunidades “están entre los más bajos de todo el Estado”, por su dependencia del sector servicios, con remuneraciones por lo general más bajas que en el sector industrial, y por el hecho de que un “número importante de trabajadores no tienen empleo todo el año”.

En el caso de Balears el salario medio femenino, de 21.085 euros, es un poco superior al de la media estatal, de 21.011 euros. Hay que tener en cuenta que el sector servicios ocupa a más mujeres que hombres y que el sueldo de las camareras de pisos está equiparado desde 1999 al de los camareros y camareras de sala y cocina tras un convenio colectivo firmado únicamente por UGT.

Ha matizado que las cifras del informe de UGT, de 2018, contemplan las “fuertes” subidas salariales del convenio de hostelería de 2018.

Ha puntualizado que la brecha salarial del archipiélago ha aumentado al pasar del 13,05% en 2017 al 13,72% en 2018 tras cuatro años de reducción progresiva (20% en 2014 a un 16,6% en 2015, a un 15,3% en 2016 y a un 13% en 2017).

El “retroceso” en las diferencias salariales de 2017 a 2018 se debe al hecho de que el sueldo de los hombres aumentó más que el de las mujeres, mientras que en 2017 fue a la inversa.

Las mayores diferencias en el salario bruto anual se producen en la retribución en especie (coche, vivienda, seguros médicos, vales de comida), en el que la brecha supera el 20,7% en Baleares y en el Estado, el 55,8%.

Si atendemos al salario bruto mensual, el componente donde hay más desigualdades en Baleares es en el pago de horas extras, con una brecha del 28,8%, mientras que en la media estatal llega el 72,8%.

“La brecha salarial continúa existiendo por la existencia de un mercado laboral desigual que discrimina a las mujeres tratando nuestra mano de obra de manera más barata”, ha criticado Garí.

Ha añadido que los empleos peor remunerado están femenizados, y han sido fundamentales durante la pandemia, como es el caso de los cuidados, los servicios de salud, o la limpieza de viviendas o locales.

Reglamento de Igualdad Retributiva

Para hacer frente a las diferencias salariales entre hombres y mujeres, Garí ha exigido al nuevo Gobierno recursos suficientes y a los empresarios compromisos para que pueda ser una realidad el Reglamento de Igualdad Retributiva, que marca directrices sobre registro y auditorías salariales.

“Si el Reglamento de Igualdad Retributiva se aplica a todas las empresas, se podrían reducir las brechas de género que ponen de manifiesto la discriminación que sufrimos históricamente las mujeres en el ámbito laboral”, ha defendido Garí.  

Ha reclamado también el gravamen de las cotizaciones a la Seguridad Social en los contratos a tiempo parcial con el objetivo de reducir “el abuso” de esta modalidad contractual entre las mujeres.

Otras medidas que reclama el sindicato están dirigidas a aumentar las infraestructuras públicas para atender a los menores de 0 a 3 años, y a las personas mayores y dependientes, y así evitar uno de los múltiples factores de la brecha salarial: las reducciones de jornada por cuidado de familiares.

Las causas de la brecha tienen que ver también con la infravaloración del trabajo femenino, con la mayor presencia de jornadas parciales voluntarias e involuntarias, de contratos temporales y precariedad. Por su parte, los hombres ascienden con mayor facilidad a los cargos de responsabilidad, mejor remunerados, y son los que mayormente cobran los complementos salariales.

Garí ha querido dejar claro que independientemente de que haya más mujeres que hombres con jornadas parciales, las brechas salariales también existen en las jornadas completas.

Las consecuencias de las brechas salariales van más allá de que las mujeres dispongan de menor poder adquisitivo durante su vida laboral, y afectan también a las prestaciones por desempleo y al acceso a una pensión.